viernes, 29 de noviembre de 2013

Diferencias entre un Balneario y un Spa




El uso del agua como terapia ha sido utilizado a lo largo de siglos. En nuestras tierras encontramos termas romanas o los baños árabes. Las aplicaciones del agua y sus beneficios son muchos y pueden aplicarse en afecciones respiratorias y dermatológicas, del aparato locomotor o simplemente combatir el estrés y relajar la mente y el cuerpo.  
Cada vez son más los lugares que ofrecen tratamientos y sesiones basados en las propiedades del agua. Y aunque los beneficios para la salud que reportan son conocidos desde antiguo, también son muchas las personas que acuden a ellos simplemente para disfrutar de su tiempo de ocio, ponerse en forma o relajarse durante algunos días.
El objetivo principal de la aplicación de las aguas termales es la prevención y mejora de determinadas patologías, principalmente las que afectan al aparato respiratorio, al locomotor o a la piel, pero ¿en qué se diferencian y qué ofrece cada uno de estos lugares? Para entender las diferencias, habría que distinguir entre las propiedades químicas y físicas del agua.
El agua tiene una determinada composición de minerales y electrolitos que la confieren una serie de propiedades minero medicinales, aportando unos determinados efectos y beneficios para el organismo, tanto si se toman bebidas como en forma de baños o duchas.


1. Los balnearios emplean aguas minero-medicinales y están situados cerca del manantial del que éstas proceden. Utilizan tanto las propiedades químicas como físicas del agua. Según la ANET  Asociación Nacional de Estaciones Termales, los balnearios son instalaciones que disponen de aguas minero-medicinales declaradas de utilidad pública, instalaciones adecuadas para llevar a cabo los tratamientos que se prescriban.
2. Los spa y circuitos urbanos realizan tratamientos basados en la hidroterapia, aprovechando las propiedades físicas del agua. Circuitos con pequeñas piscinas de agua templada, fría y caliente en las que sumergirse alternativamente para estimular la circulación; el vapor del baño turco; el calor de la sauna; el efecto tonificante de la ducha fría o la acción del pediluvio ofrecen la posibilidad de disfrutar durante una o dos horas de los beneficios de estas terapias.


Podemos decir que la principal diferencia entre un balneario y un spa es que en los primeros la terapia se basa en aguas mineromedicinales, es decir se aplica la hidrología médica (estudia los efectos de las aguas minero-medicinales sobre el organismo, su administración, indicaciones y contraindicaciones), mientras que los spa únicamente realizan hidroterapia (terapia con agua).

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